Una de las dudas más frecuentes cuando un perro acaba de llegar al hogar es cómo alimentarlo correctamente. Es posible que nunca llegaras a consultarlo con un veterinario, que es quien siempre dará la mejor respuesta, o tal vez querías informarte antes de traer al nuevo inquilino al hogar. Sea cual sea el caso, aquí te dejamos unos consejos que te ayudarán a evitar los errores más comunes a la hora de dar de comer a tu perro.

La base de la alimentación de tu compañero será el pienso, la base de sus comidas pero que, cuidado, varía según la edad del animal. Cuando están recién nacidos, los perros requieren mayor densidad calórica y más proteínas, por lo que durante los primeros meses lo recomendable es un pienso específico para cachorros. Desde más o menos los 9 meses hasta los 7 años pasan a necesitar alimentos de alta calidad como, por ejemplo, el pienso Orijen para perros adultos.
Una vez alcanzados los 8 años, y buscando aumentar el tiempo de vida de tu compañero, se reducen las cantidades de proteínas, sodios y fósforo en su alimentación por lo que debes pasar a comprar un pienso para perros senior.
Pero para que tu perro se mantenga sano y evite posibles enfermedades estomacales no solo debes estar atento a qué pienso comprarle, también debes estar atento para no cometer algunos errores que son frecuentes a la hora de alimentar a estos animales.
No dejar la comida al aire libre
A veces no nos damos cuenta y dejamos la comida del perro en cualquier lugar, algo que puede hacer que los alimentos se llenen de bacterias al estar expuesto al aire y la humedad. Lo mejor es mantener el pienso en bolsas bien cerradas que lo mantengan fresco.
No dejarle en el plato la comida que no ha consumido

Es posible que tu perro no se acabe siempre toda la comida que le pones en el plato, ya sea porque quedó satisfecho antes de terminarse todo el alimento o porque no le agradó. Dejar esas sobras en el plato es una llamada a los insectos y la descomposición que pueden propiciar que tu animal contraiga un virus o una enfermedad estomacal. Lo mejor es guardar esos alimentos para la próxima comida o, si te olvidaste, tirar esas sobras antes de que sea demasiado tarde.
Lava su plato después de cada comida
Cuando tiene hambre seguro que tu perro limpia el plato, ¿verdad? O eso es lo que crees. Quizás pienses que no queda nada y que, por tanto, no es necesario lavar el recipiente donde le dejaste sus alimentos, pero nada más lejos.
Aunque no los veas, siempre quedan restos que pueden propiciar la aparición de hongos y bacterias que enfermen al can. Por eso, lo mejor es que tras cada comida laves su plato con agua caliente y jabón como lo harías con tu propio plato.